16 sept 2020

LA CREACIÓN DE EVA - La institución del trabajo y del matrimonio

La creación de Eva

Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Génesis 2:21–22

No queda claro cuán literalmente debamos entender esta cirugía divina bajo anestesia divina. Pero sí es evidente que tuvo lugar algo profundo y misterioso, de tal modo que cuando Adán vio a Eva prorrumpió en el primer poema de amor de la historia:

Esto es ahora hueso de mis huesos
y carne de mi carne;
ésta será llamada Varona,
porque del varón fue tomada.
(versículo 23)

Varios comentaristas han considerado que el hecho de que la mujer fuera tomada del costado del varón tiene un significado simbólico. Por ejemplo Peter Lombard, quien fue designado obispo de París en 1159, había escrito uno o dos años antes en su famoso sumario de la doctrina cristiana titulado El libro de las declaraciones: ‘Eva no fue tomada de los pies de Adán para ser su esclava, ni de su cabeza para ser su amo, sino de su costado para ser su compañera’. Y Matthew Henry, quien comenzó a escribir su comentario bíblico en 1704, pudo haber estado reflexionando sobre las palabras de Peter Lombard cuando escribió que ‘Eva no fue tomada de la cabeza del varón para estar por encima de él, ni de sus pies para ser pisoteada por él, sino de su costado para ser su igual, bajo su brazo para ser protegida, y cerca de su corazón para ser amada’.

Es correcto, por lo tanto, que en casi todas las sociedades, el matrimonio sea una institución reconocida y reglamentada. Pero no es un invento humano. La enseñanza cristiana sobre el matrimonio comienza con la gozosa afirmación de que es una idea de Dios, no nuestra. Como dice el prefacio anglicano de la Liturgia de Casamiento, de 1662, fue ‘instituido por Dios en el tiempo de la inocencia humana’.

Para continuar leyendo: Cantar de los cantares 2:14–17

Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis