7 oct 2020

SE EXPANDE LA CORRUPCIÓN - Deterioro social

Se expande la corrupción

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Génesis 6:5

Así como Dios creó a Adán a su semejanza, también Adán tuvo un hijo (Set) a su semejanza (5:1–3). ¿Significa esto que la semejanza de Adán a Dios y la semejanza de Set a Adán eran del mismo tipo, o diferentes? Sin duda la respuesta es: ambos, porque la semejanza divina con la que fueron creados Adán y Eva y que fue trasmitida a sus descendientes, y nos ha sido trasmitida a nosotros, es a la vez genuina (9:6) y distorsionada por la caída.


La genealogía en Génesis 5 traza la descendencia desde Adán a Noé. Cada generación se describe en los mismos términos, con una sola excepción, la de Enoc. En lugar de decir que vivió cierta cantidad de años y entonces murió, está escrito que ‘Caminó … con Dios’ y entonces ‘desapareció, porque lo llevó Dios’ (v. 24). De esa manera, en el caso de este hombre piadoso, tanto su vida como su muerte fueron transformadas. Como escribió Delitzsch: ‘De pronto se había marchado sin enfermedad, sin muerte, sin entierro’.
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Pero la situación moral en general, que en breve provocaría el juicio de Dios por medio del diluvio, era de extrema decadencia. El escritor destaca el extraño caso de los ‘hijos de Dios’ que se sintieron atraídos hacia ‘las hijas de los hombres’ y se casaron con ellas (6:2). La mayoría de los primeros padres de la Iglesia interpretaron que se trataba de ángeles que se casaron con seres humanos, pero (como lo expresó Calvino) esta teoría ‘se refuta completamente por su propia incongruencia’. 2 Jesús enseñó que los ángeles son criaturas asexuadas. Los Reformados, siguiendo a Crisóstomo y a Agustín, enseñaron que se trataba de descendientes de Set que se casaron con descendientes de Caín, personas piadosas que se casaron con personas impías. En cualquier caso, estos matrimonios mixtos eran antinaturales y polígamos, y se trataba de un arrogante rechazo a la ordenanza que Dios había dado sobre el matrimonio.

La narración concluye que la tierra estaba ‘llena de violencia’ (v. 11) y que el corazón del Señor estaba lleno de sufrimiento y dolor (v. 6). La escena está preparada para el diluvio.

Para continuar leyendo: Génesis 6:1–12

1 Franz Delitzch: A New Commentary on Genesis, traducción al inglés por Sophia Taylor, T & T Clark,
2 Edinburgo, 1888, p. 218 Juan Calvino: A Commentary on Genesis, Banner of Truth, Edinburgo, 1965, p. 

238. Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis