6 oct 2020

LOS COMIENZOS DE LA CULTURA - Deterioro social

Los comienzos de la cultura

… Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta…. Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro. Génesis 4:20–22

La segunda mitad de Génesis 4 (vv. 17–26) nos presenta a un hombre paradójico de nombre Lamec, uno de los descendientes de Caín. Por un lado, era bígamo (v. 19) y se jactaba ante sus dos esposas diciendo que había matado a un joven que lo había insultado, y que en el futuro sería capaz de superar aun a Caín en su brutalidad. Porque si Caín era vengado siete veces, Lamec proclamaba que él lo sería setenta veces siete. El mandato de Jesús es muy superior: que estemos dispuestos a perdonar al hermano que nos ofende, incluso setenta veces siete.

Por otro lado, las dos esposas de Lamec dieron a luz a dos niños muy talentosos, cuyos descendientes heredaron las mismas habilidades. Por medio de su liderazgo comenzó a desarrollarse la civilización. A pesar de haber sido él mismo un fugitivo de Dios, Caín había comenzado a construir una ciudad (quizás tan solo una aldea) para su extensa familia, y le dio el nombre de su hijo Enoc. En cuanto a los hijos de Lamec, Jabal fue nómade, vivió en tiendas y se dedicó a la crianza de ganado, en tanto que la familia de su hermano Jubal se dedicó a la música y se especializó en los instrumentos de viento y de cuerda. En cuanto a su medio hermano Tubal-Caín, él y su pueblo superaron la Edad de Piedra porque fueron constructores ‘de toda obra de bronce y de hierro’. De esa manera comenzaban a desarrollarse la construcción, la agricultura, la música, la ciencia, y la tecnología. Al mismo tiempo, algunas personas se entregaron a los rudimentos de una adoración ordenada: ‘Los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová’ (v. 26). 

La ambigüedad humana resultaba ya muy evidente. Creados a la imagen de Dios, los seres humanos nunca perdieron su dignidad ni su ingenio cultural. Pero habiendo caído, también manifestaron la horrenda depravación que a veces estallaba en actos terribles de violencia y arrogancia. Lamec fue una notable demostración de esta paradoja humana.

Para continuar leyendo: Génesis 4:19–24, 26

Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis