10 mar 2021

Para darle vigor a la Ley / CUARESMA - Día 22

No penséis que yo he venido a poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin,sino a darles su verdadero sentido. — Mateo 5.17

Al filósofo francés Jacques Derrida se le atribuye haber introducido el concepto de deconstrucción, válido tanto para la filosofía como para la literatura. No es este el lugar para adentrarnos en el concepto (que es, por cierto, complejo y especializado). Sólo valga señalar que la palabra deconstrucción se ha introducido en el lenguaje corriente para referirse a algo que queremos criticar, analizar o revisar. Se deconstruyen conceptos que habíamos dado por obvios, o conductas que se consideraban inalterables, o interpretaciones que creíamos eran únicas y finales.

Algunos opinan —y esto proviene de una admirable creatividad popular— que Jesús fue el verdadero padre de la deconstrucción. Lo dicen pensando en la forma en que cuestionó (deconstruyó) los viejos postulados religiosos y dudó de lo que muchos daban por irrebatible.

Lo que se había dicho acerca de la Ley de Dios, Jesús lo interpretó de una manera diferente. Quiso destruir la religiosidad opresiva y asfixiante, para darle paso a una espiritualidad centrada en la vida plena y en la alegría del servicio.

A tal punto llegó la crítica religiosa y política de Jesús que algunos pensaron que había venido para “anular la ley de Moisés o las enseñanzas de los profetas”. Dijo Él que no, que no había venido para eso, sino para “darles su verdadero significado”.

La Ley de Dios y las enseñanzas de los profetas permanecen intactas. Las que no son eternas son nuestras interpretaciones de ella; mucho menos los dogmas que hemos construido sobre esas enseñanzas. El problema no es la Ley, sino lo que hemos hecho con ella. No hay que corregir el texto, sino su lectura. 

Para seguir pensando
“Por amor a Dios y al prójimo, y esto significa por amor a Cristo, se da una libertad respecto de… la totalidad de la ley divina… solamente para de este modo darle un nuevo vigor. La suspensión de la ley sólo puede servir a su verdadero cumplimiento”.
— Dietrich Bonhoeffer (teólogo alemán y mártir, 1906–1945)

Vale que nos preguntemos
¿A qué mandamientos, o tradiciones o costumbres cristianas de las que observamos en nuestra comunidad de fe, podríamos renovarles su significado para que tuvieran más vigor y actualidad?

Oración
Tú eres, Señor, el autor de la Ley y el Dios de los profetas. Recuérdame, por la acción de tu Espíritu, que sigo, ante todo, a una persona que eres tú, y a una causa que es tu reino. Que en mi peregrinaje de fe sepa vivir tu Ley y seguir la enseñanza de tu Palabra. Amén.

Segura, Harold. En el Camino con Jesús