28 oct 2020

EL LLAMADO DE MOISÉS - Misés y el Éxodo

El llamado de Moisés

[El Señor dijo a Moisés] Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Éxodo 3:10

Como fugitivo, Moisés seguramente tendría temor de que su lugar de refugio fuera descubierto. Pero en algún momento murió el faraón (2:23). Con la expectativa de que el cambio de régimen pudiera significar un cambio de política, los esclavos israelitas redoblaron sus clamores pidiendo ayuda.

La escena parecía adecuada para una nueva comisión a Moisés. Ocurrió cerca del monte Horeb (es decir, el monte Sinaí). Allí Dios le habló desde una zarza ardiente. Había visto la miseria que sufría su pueblo, dijo. Había escuchado sus gemidos, estaba preocupado por su sufrimiento, y había venido a rescatarlos de Egipto para traerlos a la tierra prometida. Su decisión había sido hacerlo por medio de Moisés.

¿Cómo respondió Moisés al llamado divino? Sin duda había aprendido la lección durante esos cuarenta humillantes años en el desierto. Ahora vemos que se había desplazado demasiado lejos en la dirección contraria. ¿Se sentía inadecuado para la tarea? Dios estaría con él. ¿Cuestionarían los israelitas la identidad de este Dios? Debía anunciarlo como el Dios de sus padres, Jehová, el Dios vivo y eterno. ¿Y si la gente no quería escucharlo o no le creía? Moisés debía usar su vara para realizar milagros y de esa manera darle autenticidad a su ministerio. Él insistió una cuarta vez, diciendo que era torpe de lengua y que carecía de elocuencia. Pero Dios le respondió que él era quien había creado la boca y le diría qué decir. Cuando finalmente Moisés suplicó que enviara a otro, Dios se enojó pero también le concedió que su hermano Aarón fuera su vocero.

Lo mejor que podemos hacer siempre es responder al llamado de Dios sin exceso de confianza ni dudando por completo de nosotros mismos, sino con una confianza humilde en el Dios vivo, quien equipa a aquellos a quienes llama.

Para continuar leyendo: Éxodo 3:1–11

Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis