20 oct 2020

ISAAC Y LA FIDELIDAD de Dios - Los patriarcas

Isaac y la fidelidad de Dios

Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. Génesis 25:21

Isaac comenzó bien. Sus padres deben haberle comentado las circunstancias de su nacimiento, la razón por la cual se llamaba Isaac (‘Risa’), y el sentido de su circuncisión. Además, estaba grabada para siempre en su memoria la traumática experiencia en la cual siendo adolescente, en el monte Moriah, sintió el horror cuando supo que iba a ser sacrificado y también el éxtasis cuando fue liberado. En dos ocasiones le debía la vida a la fidelidad de Dios: por su nacimiento sobrenatural y por su nuevo nacimiento providencial. 


Luego vino la decisión de Abraham de que Isaac debía casarse con una mujer de su familia, no con una mujer cananea. No se trataba de una decisión ética sino religiosa, para asegurar que se preservara la simiente del pacto. Todo el capítulo 24 de Génesis está dedicado a la historia de la manera en que, en respuesta a la oración y al sentido común, Rebeca llegó a ser la esposa de Isaac. Como dijo su hermano Labán: ‘De Jehová ha salido esto’ (v. 50). Sin embargo, durante veinte años Rebeca no pudo concebir. Solo cuando Isaac oró por ella, quedó embarazada de mellizos. Este fue otro claro ejemplo de la fidelidad de Dios hacia su pacto.

Con el embarazo, las cosas cambiaron. Sabiendo que llevaba mellizos en su vientre, consultó al Señor acerca de su futuro, y él le dijo que en su vientre había dos pueblos y que el mayor sería siervo del menor. Fue una inequívoca revelación de la voluntad de Dios. La promesa que había hecho a Abraham y a Isaac no sería cumplida a través de Esaú, el primogénito, sino por medio de su mellizo menor, Jacob. Pero Isaac resistió la voluntad de Dios, y decidió darle la bendición a su primogénito Esaú.

Es maravilloso que, a pesar de la conducta ambivalente de Isaac, Dios continuara presentándose como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.

Para continuar leyendo: Génesis 24:59–67

Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis