13 oct 2020

LA TORRE DE BABEL - Deterioro social

La torre de Babel

Así los esparció Jehová … sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Génesis 11:8

Al parecer; la torre de Babel era un zigurat, una enorme pirámide escalonada de los babilonios. Se han excavado varios de ellos y se data a los más antiguos en el tercer milenio a. C. ¿Por qué la torre de Babel provocó el disgusto de Dios? Después de todo, las hazañas tecnológicas de la humanidad se deben al genio inventor de los seres humanos creados a la imagen de Dios. ¿Qué fue lo malo, entonces? Fue la motivación egocéntrica de los constructores.

En primer lugar, fueron culpables de un acto de desobediencia. El mandato original de Dios a los seres humanos, reiterado después del diluvio, había sido: ‘llenad la tierra, y sojuzgadla’ (1:28; ver 9:1). Los descendientes de Noé comenzaron a hacerlo, pero cuando llegaron a la planicie aluvial de la Mesopotamia ‘se establecieron allí’ (11:2). En lugar de continuar y explorar la tierra y desarrollar su potencial, se asentaron en esa cómoda seguridad. El mundo todavía sufre debido a su desobediencia. No hemos resuelto el problema de la energía ni del agua, entre muchos otros…

En segundo lugar, construir la torre fue un acto de soberbia. ‘Hagámonos un nombre’, dijeron, ‘edifiquémonos … una torre, cuya cúspide llegue al cielo’. Apetecieron llegar al cielo, el lugar de la morada de Dios. De esa manera, a lo largo de las Escrituras, Babilonia representa esa soberbia insolente que los griegos denominan hubris (enorme soberbia y arrogancia). Es la esencia misma del pecado. Por eso el juicio de Dios cayó sobre ellos. Los dispersó por toda la tierra, obligándolos a hacer lo que no habían querido hacer en forma voluntaria. Para provocar su dispersión, confundió su idioma. Los idiomas son algo vivo, cambiante; pueden incrementar el aislamiento de las comunidades entre sí, de la misma manera que el aislamiento entre las comunidades puede causar nuevos cambios en los idiomas.

La historia de Babel mira hacia el futuro, cuando el acontecimiento sería revertido en el extraordinario día del Pentecostés, cuando la gente pudo oír en su propio idioma las maravillas de Dios.

De Génesis 4 a 11, la situación social se deteriora sin pausa. Vemos: ira, celos, arrogancia, violencia, resentimiento, venganza, miedo, autocompasión. Pero en esos mismos capítulos también comienza a florecer la cultura humana: la agricultura, la construcción, la tecnología y la música.

Para continuar leyendo: Génesis 11:1–9

Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis