24 nov 2020

LA MISIÓN DEL PROFETA - El profeta Isaías

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Isaías 6:8

En muchas iglesias el capítulo 6 de Isaías es conocido como un texto desafiante para un sermón misionero. Pero su aplicación original era mucho más específica; registra el llamado de Isaías como profeta. El vocabulario lo deja en claro: ‘envíame’ (‘¿A quién enviaré? … envíame a mí’). Porque Jehová enviaba a los profetas, tal como más tarde Jesús enviaría a los apóstoles, comisionándolos para enseñar en su nombre. De manera similar Jehová dijo de los falsos profetas que ‘Jehová no los envió’.

La esencia del llamamiento de Isaías radica en la visión de Jehová, exaltado y trascendente, sentado en el trono celestial, atendido por los serafines que clamaban ‘Santo, santo, santo’ (v. 3). Era una visión del Rey (‘han visto mis ojos al Rey’ v. 5) y le fue dada en forma intencional en el año 740a. C. , cuando el rey Uzías celebró su jubileo de oro y luego murió. Era inevitable que Uzías comparara y contrastara los dos reinados, y que todo su futuro ministerio estuviera coloreado por su convicción de que Jehová es Rey, digno de confianza y de recibir obediencia. A continuación viene la confesión de pecado de parte de Isaías, su limpieza y su envío. También se le advirtió que el pueblo endurecería su corazón y rechazaría el mensaje de Dios, de modo que el juicio del Señor caería sobre ellos. Jesús mismo citó estas palabras (Mateo 13:14–15), y también lo hizo el apóstol Pablo (Hechos 28:25–29). Sin embargo, había un atisbo de esperanza. Cuando cae un árbol queda el tocón, y lo mismo ocurrirá con Israel. ‘Así será el tronco, la simiente santa’ (Isaías 6:13). Estas palabras nos muestran una de las características de los mensajes de Isaías, es decir, que habría un remanente de discípulos fieles, reunidos en torno al profeta (ver 8:16–18).

Para continuar leyendo: Isaías 6

Stott, J. (2013). Toda la Biblia en un año: Reflexiones diarias Desde Génesis hasta Apocalipsis